martes, 24 de agosto de 2010

Corso a contramo ... (Aniversario del Rojas)

Video muy piola con algunos conceptos, que resumen el espiritu de la cultura popular y las ganas que transmite la murga, el recuperar la alegria y las ganas de festejar.

Agradecemos a Dalemurga, grupo murguero a traves de quienes recivimos este material.







miércoles, 11 de agosto de 2010

Herencia Murguera ...

Durante los Encuentros de Murgas realizados en Mar del Plata pudimos darnos uno de los grandes gustos que nos dio la vida como Murgueros que fue ver cantar a las Glorias de la Murga en nuestra ciudad y que ellos tuvieran la humildad de dejarnos estas palabras que hoy estan mas presentes y actuales que nunca.

Tuvimos el placer de conocerlo a Nariz y compartir mas de una charla con el y con Jose Luis Lagoa, con quienes no contamos en este momento pero seguramente desde alguna estrellita nos estan mirando y guiando en este camino que es la murga ... que lo difruten.



Herencia Murguera...

Nosotros, Eduardo Perez (Nariz), Rogelio Paltrinieri, Jose Luis Lago, como viejos murgueros, queremos agradecer a las autoridades de Cultura del Partido de General Pueyrredon y a la Murga Venganza de los Pobres por las atenciones recividas en esta hermosa ciudad; pero antes de marcharnos queremos expresar nuestros pensamientos acerca del fenomenoque representa la Murga a nivel nacional, y como hecho cultural, conceptos que hemos resumido en 3 puntos, a saber:



1- Hoy llamamos a las Murgas "Hecho Cultural". Ustedes pueden tener ese titulo gracias a que primero, referentes vivientes como Nariz, Tete Aguirre, Guigue Mancini, Carlos Paltrinieri, Rosedal Canelo, Eduardo Marvezzi, Meca, Lorenzo Ramos, Mingo Romano, Bebe Lamas, Calusti, Tinti y otros cuya nomina sera muy larga de enumerar; asi como aquellos que partieron y estaran siempre en nuestro corazon, como Nito Chadres, Ignacio Fito Bompart, el Loco Flores, el tano Nino, el gallego Fermin, especialmente Ramon Ceballos y el fabuloso Eduardo Tiano mas conocido como "El Mono", tuvieron que cargar con el titulo de "Marginales", porque ser murgueros en la decada del ´40 y parte del ´50 era no ser bien mirado por parte de la sociedad no asi de los vecinos de la clase obrera de cada barrio de donde salia la murga.



2- La Murga en esos años era parte del Carnaval, no como hoy que el Carnaval es la Murga. La colaboracion de los comerciantes y los vecinos del barrio posibilitaban esa concrecion del Carnaval. Hoy en cambio, como dijimos, la Murga "es el Carnaval" y solo cuenta con un apoyo estrecho de las autoridades gubernamentales que no es suficiente para el desarrollo que debe tener una actividad artistica como es hoy la Murga. Peleamos por la devolucion de los Feriados de Lunes y Martes de Carnaval que han sido abolidos por la dictadura militar, por la expansion de esta actividad a nivel nacinal e internacional (fijensen el fenomeno de las murgas uruguayas que han trascendidos sus fronteras). Sabemos que hay material humano suficiente y capacitado para lograr esos objetivos, ustedes son la muestra cabal de que el Carnaval no ha muerto; por que ustedes son la posta de nosotros que ya estamos llegando al final de la carrera de la vida.

3- Eduardo Perez (Nariz) durante la noche que precedio nos tuvo en vigilia, esto es que no nos dejo dormir porque en su cabeza bailaba una palabra: la palabra "Herencia". Porque ? Porque con Nariz nosotros tambien entendemos que Herencia es todo aquello que transmitimos con la fuerza de nuestro corazon murguero pese a las modificaciones que sufrieran las Murgas desde el famoso "Tachin, Tachin", hasta la incorporacion de instrumentos no tradicionales y hasta escenas teatralizadas que asombrarian a todos aquellos murgueros de los primeros años del siglo pasado.

Ustedes son los encargados de transmitir todos los conceptos aprendidos por nuestros ancestros y nosotros, que ya tenemos que dejar (con mucho dolor) la posta para que ustedes la retomen y la lleven al Disco Triunfal de gran palabra que resuena por siempre en los oidos del pueblo.

Esa palabra es: Murga!! Murga!! Murga!!

Muchas Gracias


miércoles, 1 de julio de 2009

Talleres Culturales ...

martes, 23 de septiembre de 2008

Tabaré Cardozo ...

Esta ves colgamos una nota de un genio de la Murga, el gran Tabare Cardozo la verdad que un lujo de Murguero ...


Tabaré Cardozo

Con aire de nocturna y de bohemia Tabaré reúne en sus composiciones la fisonomía y el sentimiento del hombre cotidiano, conjugando en cada uno de sus textos la plena poesía y la libre imaginación, con la calidez y el compromiso, que solo la jerarquía musical pueden darle a ese entorno poético. Hace algunos años atrás, en una conversación consigo mismo, surgió la pregunta:

¿qué se necesita para hacer una buena canción?

Un boliche, un antro en el Buceo. Un montón de viejos borrachines que no dejan de timbear. Un bombo de lonja pintarrajeando de naranja. Un tango sonando bajito. La felicitad, espesa, como el humo que los envuelve, flotando en el aire. ¿Qué falta? Una mujer. Seguro. Siempre una mujer... y en el fondo, un par de botijas pintándose la cara, cobijados por la noche, cómplice de mil aventuras... Buena respuesta ¿no?

Es así, solo eso necesita Tabaré para comenzar a crear su mundo. Después las escenas se completan solas, según él, las historias están ahí en la gente, uno solo tiene que saber escucharlas. Será por eso tal vez que en su disco conjuga la magia de la murga, con la fusión de los ritmos urbanos pintando canciones que expresan la mística y la sencillez del decir ciudadano. Para el joven compositor la poesía es eso: una cuestión cotidiana, "por eso trato de escuchar mucho a las personas", dice. "Ahora vos me estás escuchando a mí y yo estoy hablando, pero creo que después de un tiempo, entendí que es escuchando a la gente, apreciando cómo hablan, esforzándote para entender qué quieren decir, cuando verdaderamente aprendés. Entonces dejé de hablar tanto y me puse a escuchar mucho más". De complexión mediana y cara angulosa, de recia postura, pero con aquella sonrisa, representa menos edad de la que realmente tiene. Nació en el barrio del Buceo en los primeros días de la década del ‘70. Pasó su juventud allí y asistió a una escuela pública del barrio. Luego hizo secundaria en una escuela privada –"porque gané una beca", murmura a regañadientes- y vivió de cerca los cambios que trajo consigo la dictadura uruguaya. Al tiempo la cuna familiar de los Cardozo fue reemplazada por otro nido, en el querido Cerro y el joven Tabaré comenzó a vivir otro mundo. Se había propuesto ser una buena persona, pero cayó bajo la influencia de Momo y en la mitad de su trayecto, decidió convertirse en lo que es hoy: un hacedor de canciones.

"Yo no soy músico, soy simplemente un tipo que hace canciones. Hago las letras y las melodías, pero no soy músico. Sé de música porque he tocado con muchísimos músicos y tendría que ser un obtuso como para no aprender en el camino, pero no tengo ninguna formación académica". Aunque entre nosotros, sabemos que casi no se nota. A los treinta y un años, la fortaleza de Tabaré tiene su origen en la propia murga. Como le gusta decir: "es a través de ella que entré al mundo de la música. La murga fue la primera forma de expresión artística que conocí y a la que me acerqué y por eso le tengo un respeto enorme. Creo que tenía nueve o diez años cuando empecé a pintarme la cara junto con un grupo de amigos del barrio", recuerda, "empezamos como pescadores y terminamos haciendo una murga". Después de la escuela se tomaba la redacción en serio y escribía algunas de las letras para aquella primera murga de pibes. "Eran presentaciones sencillas", señala, "en aquel momento uno tenía que tener sus trucos, porque habían muchas palabras prohibidas".

Así empezó, escribiendo sobre sí mismo y sobre sus experiencias, inspirándose en esas escapadas a los boliches del barrio. Será por eso tal vez que cuando forja un cuplé, a menudo contiene imágenes y parlamentos propios de ese paisaje barrial. A pesar de su considerable, reciente, éxito como cantautor, el pibe no parece descansar nunca y está siempre atento a lo que dicen y hacen las personas que le rodean. Ya con la primera pregunta, se encaramó en la silla, la inclinó hacia atrás y con voz serena, sumamente cálida inició nuestra conversación diciendo "una vez que hacés una canción deja de ser para la persona que la escribiste, deja de ser tuya, porque pasa a ser de la gente" y agrega "mis temas casi siempre tienen un origen real y un destinatario real, pero también tienen un vuelo fantástico y una multiplicidad de destinos y son tan válidos unos como los otros". Tabaré acomoda la silla con displicencia, mientras que de la oficina entra y sale gente continuamente. Él siempre calmo, no se inmuta ni se distrae con ninguna presencia. En ambas situaciones parece sentirse relajado y este día en particular reflexivo.

"Yo sólo trato de ser honesto con la música que me gusta", dijo reclinándose sobre la mesa y sobre su pasado. "Sólo quería escribir sobre... el resto no me lo esperaba. Por suerte estoy haciendo la música que me parece correcto que yo haga. Mi intención no es ocupar un lugar vacío, no me senté en el living de mi casa a ver qué huecos deja la música nacional y así componer cosas para llenarlos", explicaba permitiéndonos invadir su privacidad. El sol intentó asomarse a través de las persianas venecianas de la ventanas de la oficina, mientras buscaba entre mis notas la siguiente pregunta sobre...

Bueno, hablemos de los últimos shows agotados en el Espacio G. ¿Cómo viviste eso? ¿Será acaso que el público espera más de vos y está ávido por escuchar más de Tabaré?

Sí y está buenísimo que pase eso. Porque son muchísimos años de sacrificio y de trabajo para tratar de lograr un buen producto. Y bueno, el hecho de que sea bien recibido y que a la gente le guste... Está bueno que haya una demanda de esa oferta que nosotros estamos poniendo en el mercado. Eso es sí un reflejo comercial, de un fenómeno artístico. Y a mí particularmente me interesa que eso sea un síntoma. No me interesa el fenómeno comercial, pero sí reconozco que es un síntoma de que la cosa funciona.

¿Esperabas esa reacción del público después de haber estado un tiempo alejado del escenario? Bueno, tuve un indicio el año pasado ¿no?

Eso ya había sido un buen augurio, pero claro es todo parte de un proceso. Salió el disco y la gente que tenía expectativas de ver qué pasaba con ese disco fue y agotó las funciones del año pasado. Ahora después de eso esto es mejor, porque esto corrobora que la gente no solamente fue por la expectativa, sino que además le gustó el disco: se fue a su casa, se compró el disco, lo escuchó, aprendió las canciones y después volvió. Y bueno, obviamente que este show fue mucho mejor, porque la banda estaba mejor, porque la gente sabía las canciones, porque ya había madurado todo un proceso que estuvo buenísimo y que supongo que seguirá ese rumbo.

¿De dónde viene ese rumbo? ¿Dónde nace la pasión por la música? ¿Es quizá producto del hogar, influyó el barrio, la radio?

Seguro que el tablado tuvo su qué ver... Es todo eso, viene ahí, todo junto. Hay una vocación artística desde niño que se manifiesta a través de la murga –porque hago murga desde muy chico-. De ahí viene todo porque la murga es un género que incluye subgéneros, porque la murga es teatro, es música, es arte escénico, es poesía, es comedia... La murga es un género que engloba otros géneros, por lo tanto me parece que mi vocación nace ahí. Después salí medio actor, medio poeta, medio músico... todo medio...

¿A qué cosas te gusta cantarle? ¿A lo que te emociona? ¿A lo que ves? ¿A una murga ensayando? ¿A una mujer? ¿A qué?

Bueno, básicamente a lo cotidiano. Hay mucho del barrio y de la gente en tus letras... Claro, me gusta cantarle a eso: a las cosas que me rodean, a lo que yo soy y a lo que me gustaría ser. ¿Se te acerca gente para decirte "vos tendrías que escribir sobre tal cosa"? Sí, sí. Bueno la canción más popular mía: "El tipo de la radio", no fue una idea mía, fue de "Loquillo" Garrido [el bombista de Falta y Resto]. El me dio la idea de escribir un tema para los relatores de fútbol. A mí me pareció una idea maravillosa y la hice. Pero sí, permanentemente hay gente que me dice cosas, pero uno tiene que ser muy cuidadoso con eso, porque a veces alguien te tira una idea y después te lo reprocha. No es que te la reproche, pero si vos la usás... Y te va bien... Claro, no es este el caso, porque yo al Loquillo obviamente que le reconocí su aporte en los créditos y él está súper agradecido y contento, está orgulloso de todo eso. Yo siempre fui muy cuidadoso con las ideas porque yo trabajo con eso, con ideas, no sólo para las canciones sino también para los repertorios de Carnaval. Permanentemente tengo que estar escuchando y viendo cosas, imaginando cosas para hacer culpés. Y de repente hay gente que viene y te comenta una idea y te parece buena y bueno...

Yo trato de pedirle permiso a la persona si lo voy a usar. Una vez le pedí permiso a Christian Font [el que escribe para Demimurga] para usar algo que el loco dijo que me parecía que era un chiste muy bueno. Entonces fui y le dije: "pa’ mirá ¿puedo usar esto para"... y el loco me dijo: "sí no hay ningún problema". Pero ta, prefiero no usar una idea de otro.

Decías que te gusta cantarle a lo que sos ¿y qué es Tabaré Cardozo?, ¿o qué no es?

Y... soy un producto bastante barrial, porque me crié en un barrio (en el Buceo, después me mudé al Cerro), siempre fui a escuela pública, a liceo público la mayor cantidad de años, aunque fui también a un liceo privado, pero por una beca... Vengo de una familia trabajadora y soy un muchacho -a esta altura un hombre con treinta y un años- de barrio. Con determinadas vivencias, con determinadas influencias culturales y determinadas influencias artísticas que me llevan a reproducir lo que aprendí. Soy un promedio de lo que me tocó escuchar y lo que me tocó vivir. Eso soy...

Y ¿qué no soy? Te digo por ejemplo: no soy oficialista, ni para cantar, ni para nada, sino todo lo contrario. No soy una persona adinerada, sino todo lo contrario. Eh... bueno no sé, una cantidad de cosas no soy, ahora no me doy cuenta qué más.... Vos decías en una nota hace poco que "Poética murguera" es un disco en el que recuperás muchas cosas que venías reuniendo durante tu vida y que de algún modo este trabajo reunía todas esas experiencias, esas historias.

El CD es una suma de diferentes colores: la murga, el candombe, el blues, el funkrock... Parecería que sigue un camino murguero, pero a la vez aventura algo más...

Y bueno sí, es eso que vos decís. Yo creo que éste disco es una síntesis de mi vida y además una síntesis de mi carrera artística. Es una visión retrospectiva: el punto final desde que empecé. Es cierto que hice una selección de canciones y que adapté algunos temas desde un punto de vista musical y también en lo que hace a las letras. Y si bien en algunas canciones no utilizo el ritmo de murga, porque hay otras melodías como ese funkrock medio pesado al que le adicioné letras y coros murgueros -un experimento que hago, pero que no soy el primero en hacerlo-; por otro lado también hay otro tipo de canciones. Hay canciones que hice para Contrafarsa como "Llueven los Botijas", o canciones que escribí para La Eterna Madrugada como "Poética murguera", o una de las últimas para Curtidores de Hongos que se llama: "La leyenda del hombre azul". Pero todas son todas canciones que tienen vigencia fuera del Carnaval, porque fueron hechas con ese criterio, pensando en su permanencia.

Leyendo un poco el librillo del CD veía que te gusta pintar imágenes y describir situaciones y al leerlas da la sensación de que estuviera uno allí, en ese lugar. Así que, como es algo que para vos parecería ser fácil, te propongo que elijas tres imágenes, tres situaciones, tres lugares que pinten al Tabaré del pasado, al del presente y al del futuro. Por ejemplo vos mismo planteás una escena en un boliche donde tres niños y unos borrachines se juntan para cantar como una murga...

Pero esa no vale, a ver otras... Bueno, una podría ser algo que generalmente no cuento, pero que tiene que ver con mi pasado y es por ejemplo mi época en los campamentos de la Asociación Cristiana. El hecho de haberme vinculado de chico a eso y que mi familia formara parte de la iglesia metodista, supongo que tiene que haber forjado mi personalidad en una vertiente totalmente distinta a eso otro que estábamos hablando: a esa cuestión arrabalera, a ese niño cantando en un boliche...

De niño me veo así: por un lado fui un pibe de barrio que se manejó siempre en ambientes de ese tipo, en un boliche con unos borrachines timberos, cantando tango y por otro lado iba a los campamentos de la iglesia y hacía representaciones humorísticas en un fogón o en un campamento de la Asociación Cristiana.

¿Y la de hoy?

La imagen del presente en un tablado. Seguro. Cantando en un tablado con los Curtidores, de eso estoy seguro.

¿Y la del futuro?

Bueno, no sé. Me encantaría poder seguir así... Obviamente supongo que a medida que la carrera de una persona se va consolidando, más difícil se le hace continuar con las cosas que venía haciendo. Por ejemplo: si yo tengo más compromisos y toques internacionales -que es lo que me gustaría que pasara- se me va a complicar un poco seguir saliendo en Carnaval. Y si de repente tengo una gira, en no sé, por decir una pavada, en Panamá en febrero, seguro no podré salir en la murga. Pero bueno, la verdad es que me gustaría poder seguir -no sé, dentro de diez años- saliendo en la murga y articular eso con esta otra parte de mi carrera.

Volvamos al disco, ¿qué valoración hacés hoy, después de haber pasado por esas etapas de la que hablábamos: después de que lo escucharon los amigos, después de que se presentó ante el público, después de que ocupó por varios meses un sitio en las radios, después de haber agotado varios fines de semanas el Espacio G? ¿Qué pasa con esa "Poética murguera"?

Mirá, por un lado estoy muy satisfecho con el proceso que sufrió mi carrera. Me parece que la salida del disco marcó de alguna forma el fin de mi carrera amateur y el comienzo de mi carrera profesional. Ahora bueno, de repente es como vos decías, primero fueron a verme mis amigos, la barra, la gente que tenía expectativas o que me conocía. Ahora no. Ahora a los shows va gente que yo no vi nunca en mi vida. Me pasó ya en Carnaval después de la salida del disco: aunque yo siempre había salido, este año fue diferente porque era una figura pública y hasta firmaba autógrafos más que ningún otro compañero de la murga. Aunque ese no es el caso, porque en mi murga había mucha gente famosa, no sé... estaba el Zurdo [Freddy Bessio], Silvia [Novaresse]. Pero te quiero decir que hubo un antes y un después de que saliera el CD. Ahora del disco en sí, creo que a medida que va pasando el tiempo más lo voy valorando y me voy dando cuenta del valor que tienen cada una de las canciones. Y bueno ahora, a la hora de preparar un segundo disco, te das cuenta de que en tu primer trabajo pusiste una cantidad de cosas y sabés que el segundo será diferente porque recogerá las cosas que pasaron a partir de ese momento. Obviamente que para el segundo tengo una cantidad de cartas guardadas, que no fueron acá porque muy sabiamente Federico [Marinari] y Ernesto [Mariniari] -los productores- me aconsejaron no poner todas las canciones, pero además tengo canciones nuevas. Quiero decir, el primer disco es el primer disco y creo que a cantidad de gente le pasa eso. Por darte un ejemplo, creo que como el primer disco de [Joan Manuel] Serrat -el mayor cantautor hispano parlante a mi gusto- no hay. Seguramente ha hecho canciones excelentes después, pero canciones como "Mediterráneo" no hay. Con Jaime Roos pasa lo mismo: "Brindis por Pierrot" es una cosa espectacular. Por eso se me ocurre que los primeros discos son los que marcan la carrera de la gente. Dice Serrat precisamente que "un buen disco crea un mundo y que una buena canción siembra las bases de ese mundo y que hay canciones que fraguan historias o guardan recuerdos y otras que dirimen misterios".

Imagino que las tuyas tienen sus secretos, por eso elegí tres de esas historias. Ahora vos ¿te animás a contarnos algo más de ellas? Por ejemplo: ¿cuál es la historia de "La niña de las amapolas"?, ¿para quién es ese tema?

Bueno en realidad una vez que vos hacés una canción ya deja de ser para la persona que la escribiste. Primero deja de ser tuya porque pasó a ser de la gente. Yo creo que una tema tiene que tener la suficiente flexibilidad como para ser fiel a la historia en sí que contás y a la vez a los protagonistas verdaderos de esa historia. Pero tiene que tener vida independiente para que forme parte del imaginario popular, para que cualquier muchacha que sienta que esa canción es para ella, la tome como propia y sea de verdad propia. O sea que, por un lado el tema tiene un origen real y una destinataria real y por otro tiene un vuelo fantástico y una multiplicidad de destinos... y son tan válidos unos como los otros.

Otra: "Poética murguera"... Bueno, es el nombre del disco y además es una de las canciones que define mejor de qué se trata el disco. Es la síntesis de lo que vos podés escuchar. Por ejemplo "Biografía de mi barrio" es la canción que me define a mí como poeta porque es el tipo de poesía barrial que yo manejo y eso está más explícito en esa canción. Pero "Poética murguera" es la canción que sintetiza el tipo de poesía y el tipo de música que vas a escuchar dentro de todo el disco. Vos no te llevás un chasco si tomás un disco que se llama "Poética murguera" y escuchás la canción, porque enseguida te das cuenta que el resto de las canciones van por ese lado y que esa es el promedio.

¿Y "La guerrera"? Parece ser una de esas canciones que cierran un período, cierran una parte de la historia y abren otro camino posible... Sí. "La guerrera" para mí es un epílogo. Es un epílogo de una situación social, es una crónica de guerra. De una guerra civil que hubo acá hace treinta años. Creo que siempre, después de los sucesos sociales importantes, se han escrito crónicas históricas y crónicas artísticas. La mía es una crónica artística, como puede haber sido yo que sé... "La lista de Schindler": una crónica artística de un hecho social, político. Yo siempre pongo como ejemplo la canción de Wáshington Benavides: "Jazmín del país", porque creo que es una crónica de la guerra civil entre blancos y colorados. Y bueno "La guerrera" es una crónica humana de una situación humana: de una madre que se encuentra con su hijo y de ese reencuentro a medias. Y bueno... es eso.

Vos conjuntamente con otra gente que también ha salido del Carnaval como Edú [Lombardo] o Pablo [Routín], están creando -o creándonos a nosotros, el público- esa idea de que el Carnaval no tiene porqué ser solamente en febrero, que el Carnaval va más allá. Puede estar en el teatro, puede ocupar un programa de radio, puede llegar a otros lugares. ¿Es eso lo que vos estás buscando? ¿Hay otros espacios para este género? ¿Dónde está la frontera? Dos cosas, primero el Carnaval es en Carnaval. El Carnaval es una fecha que está en el almanaque: es febrero y ahí es Carnaval. Ahora la murga perdura durante todo el año, pero no en su forma carnavalera. El género murga es un género carnavalero, con determinados códigos, con determinadas reglas y reglamentos, pero hay un formato posterior, el de murga canción, que ese es el que trasciende la frontera del Carnaval y que bueno, es el formato que estamos transitando Pinocho, Pitufo... y yo. Pero hay una cantidad de gente que transitó este camino antes. Mis referentes inmediatos, gente que hace música popular en la línea que más o menos hago yo. Ahí nombraría a Jaime Roos o a Jorge Galemire. Ellos empezaron hace treinta años con "Todo detrás de momo", o a Los Olimareños con el "Paco Bilbao", o a el Sabalero, cantando "A mi gente". Todas canciones murgueras que hablaban de un paisaje murguero con dejos y reminiscencias carnavalescas, pero fuera del Carnaval. Eran discos que se podían escuchar todo el año o en un recital. Después eso lo continuó Omar Romano y la gente de Rumbo y seguramente un sin fin de gente que por ahí ahora se me está escapando. Pero las dos puntualizaciones que me gustaría hacer son que: el fenómeno del Carnaval es una cosa puntual, que está en el almanaque y yo lo voy a seguir haciendo siempre: es la murga en Carnaval, con su crítica, con su espectáculo carnavalero. Pero por otro lado está este formato de murga canción. La otra puntualización es que ni Pitufo, ni Pinocho, ni yo somos pioneros en esto, hay gente que vino antes como el Canario Luna o como otros. Obviamente que Pitufo y Pinocho son más viejos que yo. Además los tres salimos de Falta y Resto, en años distintos. Los tres salimos con el Canario Luna, en años distintos. Pero ellos están antes que yo.

¿Y ahí, en la Falta es donde están tus raíces? Sí. Yo soy desde niño hincha de Falta y Resto. Ahora soy el director de los Curtidores y además soy hincha de los Curtidores, pero quiero decir... El dueño de los Curtidores -Daniel Carlucio- es de Falta y Resto, es fundador de Falta y Resto. Es como que con Falta y Resto empezó toda una movida... Bueno "Brindis por Pierrot" es una canción final de cuplé del repertorio de la Falta, cantada por el Canario Luna que después junto con Jaime armaron todo ese fenómeno de la murga canción, consolidada a partir de estos tipos. Vos nombrabas a Pinocho y a Pitufo, yo sumaría al Loquillo, al "Mono" Da Costa, a Albino Almirón...

No te voy a decir que todos los grandes carnavaleros pasaron por la Falta, pero sí una gran parte. El "Gallo" Tedequini, el "Piruja", Walter Venencio, Roberto García... Me estoy olvidando de muchos pero... es que si algún día se armara una Falta con todos los muchachos que alguna vez pasaron por la Falta, sería una murga de más de cien personas, toda gente muy influyente en la cultura murguera actual. Ahora Pitufo está asociado a Contrafarsa por ejemplo, yo en su momento también estuve asociado a Contrafarsa, pero la raíz viene de ahí, más allá de esta cuestión carnavalera de que uno está en una murga y otro en otra y vas cambiando. Más allá de eso me parece que hay ahí una historia y sería ridículo no verla. Como sería ridículo no ver que hubo un cambio en el género a partir de La Soberana, porque antes las murgas eran otra cosa y la murga "ideológica" empezó con La Soberana y el Pepe Veneno en el ‘71. Eso marcó una época, fue antes y después de, más allá de que te guste o no te guste.

¿Estás escribiendo algo ahora? Sí, ahora estoy terminado de escribir una canción sobre una murga que tenía cuando era chico... ¿Draculatecas? Sí, ahí va, Draculatecas era uno de los nombres, porque cambió muchas veces. Se llamó La Sonrisa, La Suprema, todos los años le cambiábamos de nombre porque todos los años nos peleábamos con alguno. Pero bueno resumiendo sí, estoy haciendo una canción que habla sobre todos los muchachos que la integraron alguna vez y sobre qué fue de la vida de esos pibes, en qué están. Es un tema larguísimo y seguramente no va a ser una canción comercial porque dura cinco minutos o seis, cuando ahora los temas tiene que tener un formato mucho más corto, de tres minutos a lo sumo. Pero no me importa porque tendré otras canciones que sean más efectivas. Además me parece que en los discos uno tiene que tener lugar para todo: para canciones que enganchen y para las canciones que tenés ganas de hacer. Yo si no tengo ganas de hacer una canción, no la hago. No voy a hacer un tema para que sea comercial, pero sí sé que algunos temas tienes más gancho, porque son cortos, porque son más divertidos, o porque tratan sobre cosas específicas. Este tema seguro no va a ser uno de los más escuchados, porque creo que la gente no tiene tiempo para escuchar una canción de seis minutos y que la radio no tiene tiempo para pasar una canción así y que en los bailes no hay cabida para temas que no tienen ritmos bailables y que además habla de personas que no conocen...

Pero ta, qué me importa, son mis amigos y les debo esa canción... ¿Fue con estos pibes que te subiste al escenario por primera vez? Pa’ no sé, en realidad no me acuerdo cuando fue la primera vez. Tengo todo muy en la nebulosa... Era eso que te dije hoy, fue alrededor de los nueve o diez años. Empecé con una barra de amigos, éramos pescadores y terminamos haciendo una murga de pibes. Lo que sí me acuerdo es de momentos importantísimos arriba de un escenario, por ejemplo en el acto inaugural del PIT-CNT en la Iglesia de San Miguel. Ahí sí cantamos con los Draculatecas y recuerdo que fuimos muy aplaudidos porque nuestra murga tenía un contenido social y político muy importante.

¿Hacías las letras en esos días? Sí, sí. Y ya tenía mis trucos y mis cosas para escribir. Era la época de la dictadura y no se podían decir cosas, por ejemplo: "frente amplio", eso estaba proscripto, pero nosotros igual las usamos en la presentación y decíamos algo así como: "hoy la murga quiere un sendero de amistad / un sendero amplio donde podamos seguir / y mirar de frente al porvenir". Ahora de repente cantás eso y pasa por alto, pero en aquel momento decíamos: un sendero amplio -y hacíamos énfasis en esa palabra- entonces la gente aplaudía y era una cosa terrible. Increíble. Imaginate, eso lo escribía yo que era un niño... y recibir aplausos por algo que yo había escrito con ese contenido político, en un momento tan importante... Yo que sé, fue un cosa que me marcó. Comparando aquella murga de pibes a las de hoy, ¿cómo ves a las murgas?, ¿crees que se han ido profesionalizando y han ido perdiendo aquellas voces tan características de los canillitas y han ido incorporando otros aportes? No sé, por ejemplo la inclusión de Silvia en los Curtidores u otro tipo de personas que provienen de la música o del teatro o de...

Claro que se ha profesionalizado, pero no creo que haya perdido lo otro. Ha ganado con esto por ejemplo que una primera actriz como Silvia, una persona que vos la ves en la tele y que de repente para cualquiera está lejos, ahora la tenés ahí actuando para vos en un tablado donde pagaste veinte pesos la entrada. Eso es buenísimo que pase, que esa gente se acerque a la murga. Pero lo otro no se perdió, porque por ejemplo en mi murga tengo a Julio Pérez que es como el Canario Luna, tiene una voz así... voz de canillita. Además vos escuchás cantar a la Mojigata -una murga joven- y te das cuenta que intentan cantar como las viejas murgas. Con la Catalina pasa lo mismo, yo que sé... Por eso no creo que se hayan perdido cosas, creo que se han ganado otras. ¿Con quién probás las canciones?

Decís esta persona es el filtro... ¿Antes de que salgan? Sí Y bueno pasan por muchos filtros. Acá en la empresa la escucha una cantidad de gente, pero previamente a eso pasa por el filtro de mi casa, de la gente que está a mi lado todo el tiempo. Tengo la suerte de tener dos hermanos que escriben también y que son carnavaleros... Pasa por mi vieja y mi viejo que son gente muy sensible y muy instruida. Mis viejos tienen una cultura mucho mayor que yo: mi padre es licenciado en teología y mi madre es maestra, yo que sé... tienen una cultura, un bagaje cultural mucho mayor al mío; por lo menos adquirido académicamente. Yo terminé el liceo y después no hice más nada, entonces claro les consulto, corrijo, pruebo cosas con ellos... Son tu público más crítico... Sí. Esto lo debe decir todo el mundo, que son los críticos más duros y a la vez los hinchas más fervientes, pero también yo lo soy con lo que escriben mis hermanos. Critico y admiro su trabajo. Ahora por suerte este año en los Curtidores voy a tener que escribir -además de con el otro letrista que ya estaba en la murga- con mi hermano Yamandú y eso va a estar buenísimo. Ya se conocen las mañas...

Claro y además no vamos a estar divididos porque de hecho el año pasado estábamos escribiendo para murgas diferentes. En realidad escribíamos para cuatro murgas, cada uno escribía para dos murgas, pero bueno este año Yamandú va a seguir con la Catalina y además va a escribir conmigo en Curtidores y yo voy a escribir sólo ahí. Creo que eso va a estar bueno. Ahora que hablamos de la familia y de las cosas que te gustan y te hacen bien, si tuvieras que decirnos algo que nunca te puede faltar ¿qué sería?, ¿qué nunca le falte qué, a Tabaré Cardozo? ...Bueno hay una cantidad de cosas que obviamente me gustaría que nunca me faltaran, pero no sé, me parece que una cosa que es importante mantener siempre es la humildad, eso es lo principal. Obviamente que en mi caso eso no está en riesgo. Hay gente que es de determinada manera y gente que es de otra, es cuestión de personalidad...

No creo que la gente tenga la culpa, ni el mérito de ser como es. Uno es como es, porque cada uno tuvo sus circunstancias de vida, pero sí creo que uno puede trabajar a propósito de lo que quiere ser. A grandes rasgos la gente no cambia, pero creo que yo soy una persona humilde, porque me criaron así o porque salí así, pero además porque he trabajado al respecto. He tratado de bajar el orgullo, de dejar de lado la vanidad, para ser humilde de verdad. No se trata de tener una postura humilde ante la sociedad, sino de tratar de ser una buena persona. Eso me parece que es importante que no le falte a nadie, pero para un artista es más importante, porque vos tenés tentación permanentemente y tenés casi la obligación de adoptar una postura de vanidad. La vanidad y el glamour en el arte es una como una materia a aprender, pero yo esa no la llevo. Está todo bien con ser un artista, pero yo no la llevo, no puedo hacerlo. Yo soy actor y sé ponerme en un personaje o en otro, pero ese personaje no me cabe ni ahí. No me cabe ser vanidoso y no me cabe porque me tomo el 125 para irme para mi casa ¿entendés?. Y aunque dentro de diez años tenga un auto y viva en Hawai, igual no me va a caber porque ta, porque hay cosas que me parece que pasan por el lado del ridículo...

Ojalá eso, nunca me falte. ¿Pero te exigieron alguna vez cambiar la humildad para vender más discos? No, no, eso no, por suerte trabajo en una disquera donde eso no pasa, no sé si pasará en otro lado. Lo digo porque la humildad es un valor personal e individual y a vos nadie te puede exigir cambiar un valor. Lo que sí te pueden cambiar son actitudes o discursos. Te pueden cambiar una canción o la ropa, o los lugares a donde vas, capaz que los amigos. No, ni eso... Esas cosas pasan a gran escala, a una superestrella pop capaz. Ese no es mi caso, porque por suerte vivo en el Uruguay donde a nadie le pasa eso. Por decirte algo, el otro día me tomé un interdepartamental -iba a la casa del guitarrista anterior a darle un disco- y me encontré con Numa Moraes arriba del ómnibus...

Yo justo en ese momento andaba con ganas de hacer una versión de uno de sus temas "La patria compañeros", la cosa fue que nos pusimos a conversar ahí, en el ómnibus y bueno obviamente que cero vanidad por parte del tipo y el tipo es una institución. A mí me parece que gracias a Dios, hacer de tripas corazón y vivir en este país donde todo es muy amateur y todo eso, te lleva a tener una noción de la realidad mucho mayor que donde está armada toda una infraestructura ridícula de luces y de sombras... Me parece que en este caso: el hábito hace al monje. Acá hay una postura de humildad y vos no te comés la comida y ni pensás que sos una estrella, porque sabés como es. Aunque hay desventajas de eso también. La desventaja es que haya tenido que encontrar a Numa en un ómnibus y que Numa no pueda tener una buena goma, que se la merecería. No para tener un Mercedes y andar tirando billetes y tocando bocina y diciendo: yo soy un crack y ustedes son unos giles, pero sí por su trabajo y por lo que significa el tipo. Para mí un referente total. Por un lado es una cagada que sea así, pero por otro lado está bueno como formación humana.

¿Qué tenés planificado para el futuro? A corto plazo digamos... Bueno... un asado, quiero hacer un asado. ¡Qué suerte, si podés hacer un asado invitame! No, pero lo estoy planificando, hace tiempo que lo vengo planificando. (Risas). No, no sé, vamos a ver, vamos a ver. Hay una Zitarrosa en octubre... Sí y antes La Barraca, ahora la semana que viene o la otra. Tenemos planificado hacer algunas presentaciones allí, pero no con toda la banda, sólo con los músicos que me acompañan: Federico Moreira en la batería, Pablo Rey en la guitarra y Leo Carvajal en el bajo. El trío y yo. Después no sé, como haber hay una cantidad de planes, pero vamos a ver. Por ahora estamos en plan de grabar el segundo disco. Supongo que en esta semana o en la otra vamos a grabar una canción que se llama "El negro Bartolomé y sus dos novias". El título promete... ¿Sí? Es la historia de un tipo que tiene dos novias... Es una rumba. Inspirada en una historia real, alguien conocido o... No, no, digamos que es un personaje, vamos a proteger a los protagonistas. Es un personaje ficticio, además está ambientado en el pasado, en la época del medio mundo y eso. Medio rumba, medio candombe... Medio candombe, medio rumba, medio todo.

Para finalizar volvamos al público y al escenario: ¿Se siente diferente cuando te subís como director, tras un maquillaje y de espaldas al público, a cuando subís guitarra en mano cobijado tras los colores? ¿Qué visión tenés? ¿Se siente igual de cerca? Creo que sí, aunque de arriba del escenario igual no ves a la gente aunque mires. Porque tenés los focos de frente que te están encandilando. Es como cuando te encandilan en la ruta. Vos ves a alguna gente, de repente a los que están sentados adelante, si te fijás capaz que podés llegar a verlos en determinado momento. De cualquier manera no necesariamente tenés que ver las caras, para ver a las personas. No tenés que mirar para ver, podés ver sin mirar y podés mirar sin ver. Yo creo que el contacto con la gente y la comunicación es buenísima y eso es algo que vos lo podés tener de espaldas, dirigiendo a la murga, o lo podés tener de frente, cantando. De hecho igual estoy protegido por la pintura azul siempre... Así que sea en el caso que sea estoy debajo de la galera y pintado de azul (Risas).

Leticia Fraga



miércoles, 26 de marzo de 2008

Una vision del Problema ...


Muchos dicen que la Murga es la voz del Pueblo y que en muchos casos dice lo que el piensa, es por eso que en esta seccion de material murguero no puede faltar en estos momentos hablar del Problema del Campo, un texto verdaderamente exclarecedor de Horacio Verbitsk
EL DESAFIO por Horacio Verbitsky
PIQUETES PAQUETES
La APEGE de 1976 reunía a las principales cámaras patronales de todos los sectores y exigía “la rectificación total de la filosofía política, económica y social”. El movimiento actual es conducido por las entidades del sector agropecuario y sólo reclaman que se anule el mecanismo de retenciones móviles y progresivas a las exportaciones de granos. Pero si se escuchan los discursos en los cortes de rutas y se atiende a los foros de lectores de la prensa militante que los acompaña, hablan de pintarse la cara para la guerra, de hartazgo con el gobierno, e incluso del “principio del fin del kirchnerismo”. Para contextualizar de qué se trata: las páginas de La Nación sobre el lockout lucen un aviso de automóviles suecos Volvo, en oferta desde 36.900 dólares. El desborde emocional tiene para algunos sectores más peso que sus propios intereses. En febrero de 1976 se plegó al cese de actividades la CGE, que después del golpe de marzo fueperseguida y cuyos dirigentes históricos, José Gelbard y Julio Broner, debieron exiliarse, mientras un representante típico de la oligarquía diversificada, José Alfredo Martínez de Hoz, asumía el ministerio de Economía para producir la más profunda remodelación social. Sus beneficiarios defienden en las rutas el país dual que se afirmó entonces. Ahora participa en forma activa la Federación Agraria, cuyo líder, Eduardo Buzzi, es uno de los partidarios más extremos de prolongar y de radicalizar la medida porque “ya no tenemos nada que perder” (sic). Como la Unión Cívica Radical entonces, la Coalición Cívica Libertadora se subordina ahora a los intereses económicos más concentrados y sus dirigentes buscan calor popular en los piquetes paquetes, con consignas como la de Elisa Carrió, para quien el gobierno “le roba al campo”. Los chacareros no exportan ni pagan retenciones. Pero su entidad actúa como ariete de quienes lestrasladan ese costo adicional y enfrentan una de las medidas más racionales adoptadas por el gobierno en defensa del conjunto de la sociedad. El contexto es tan poco comparable como el declinante gobierno de Isabel Perón con el flamante de CFK. El actual tiene los recursos para responder al reto, siempre y cuando identifique con precisión la índole del problema.Las retenciones captan para la sociedad parte de las rentas extraordinarias debidas a la coyuntura internacional. Esos instrumentos redistributivos han mejorado la composición de los ingresos tributarios por el incremento de los impuestos directos que, lejos de trasladarse a los consumidores, contienen los precios cuando se trata de productos que también se consumen en el país, como los hidrocarburos, los lácteos, la carne y el trigo.EN BUSCA DEL EQUILIBRIOComo la soja no integra la dieta local y su alto precio externo no afecta el salario, los voceros de la Sociedad Rural afirman que el único objetivo del gobierno es aumentar los ingresos fiscales. Esta objeción, irónica en defensores tradicionales del rigor fiscal, ignora que el incremento del precio de la soja y, en consecuencia, de la tierra, se combinan en un círculo virtuoso para los grandes propietarios pero vicioso para la sociedad. El alza de las retenciones provoca el efecto inverso. En este momento los campos pampeanos superan en dólares el precio de las mejores tierras productivas de Estados Unidos. Cuanto más crezca su precio, mayores estímulos habrá para producir sólo soja, en vez de los alimentos que se consumen en el país, cuyos precios también aumentarán. Quienes objetan el carácter móvil y progresivo de las retenciones señalan que los ingresos de los productores serán erosionados por la inflación. Esto pone en un pie deigualdad con el resto de la población a los grandes productores, cuya participación en el aumento de precios internos no es irrelevante.

PIQUETES PAQUETES


La APEGE de 1976 reunía a las principales cámaras patronales de todos los sectores y exigía “la rectificación total de la filosofía política, económica y social”. El movimiento actual es conducido por las entidades del sector agropecuario y sólo reclaman que se anule el mecanismo de retenciones móviles y progresivas a las exportaciones de granos. Pero si se escuchan los discursos en los cortes de rutas y se atiende a los foros de lectores de la prensa militante que los acompaña, hablan de pintarse la cara para la guerra, de hartazgo con el gobierno, e incluso del “principio del fin del kirchnerismo”. Para contextualizar de qué se trata: las páginas de La Nación sobre el lockout lucen un aviso de automóviles suecos Volvo, en oferta desde 36.900 dólares. El desborde emocional tiene para algunos sectores más peso que sus propios intereses. En febrero de 1976 se plegó al cese de actividades la CGE, que después del golpe de marzo fue perseguida y cuyos dirigentes históricos, José Gelbard y Julio Broner, debieron exiliarse, mientras un representante típico de la oligarquía diversificada, José Alfredo Martínez de Hoz, asumía el ministerio de Economía para producir la más profunda remodelación social. Sus beneficiarios defienden en las rutas el país dual que se afirmó entonces.


Ahora participa en forma activa la Federación Agraria, cuyo líder, Eduardo Buzzi, es uno de los partidarios más extremos de prolongar y de radicalizar la medida porque “ya no tenemos nada que perder” (sic). Como la Unión Cívica Radical entonces, la Coalición Cívica Libertadora se subordina ahora a los intereses económicos más concentrados y sus dirigentes buscan calor popular en los piquetes paquetes, con consignas como la de Elisa Carrió, para quien el gobierno “le roba al campo”. Los chacareros no exportan ni pagan retenciones. Pero su entidad actúa como ariete de quienes les trasladan ese costo adicional y enfrentan una de las medidas más racionales adoptadas por el gobierno en defensa del conjunto de la sociedad. El contexto es tan poco comparable como el declinante gobierno de Isabel Perón con el flamante de CFK. El actual tiene los recursos para responder al reto, siempre y cuando identifique con precisión la índole del problema.

Las retenciones captan para la sociedad parte de las rentas extraordinarias debidas a la coyuntura internacional. Esos instrumentos redistributivos han mejorado la composición de los ingresos tributarios por el incremento de los impuestos directos que, lejos de trasladarse a los consumidores, contienen los precios cuando se trata de productos que también se consumen en el país, como los hidrocarburos, los lácteos, la carne y el trigo.

EN BUSCA DEL EQUILIBRIO

Como la soja no integra la dieta local y su alto precio externo no afecta el salario, los voceros de la Sociedad Rural afirman que el único objetivo del gobierno es aumentar los ingresos fiscales. Esta objeción, irónica en defensores tradicionales del rigor fiscal, ignora que el incremento del precio de la soja y, en consecuencia, de la tierra, se combinan en un círculo virtuoso para los grandes propietarios pero vicioso para la sociedad. El alza de las retenciones provoca el efecto inverso. En este momento los campos pampeanos superan en dólares el precio de las mejores tierras productivas de Estados Unidos. Cuanto más crezca su precio, mayores estímulos habrá para producir sólo soja, en vez de los alimentos que se consumen en el país, cuyos precios también aumentarán. Quienes objetan el carácter móvil y progresivo de las retenciones señalan que los ingresos de los productores serán erosionados por la inflación. Esto pone en un pie de
igualdad con el resto de la población a los grandes productores, cuya participación en el aumento de precios internos no es irrelevante.

martes, 11 de marzo de 2008

Nunca Mas !!!




RODOLFO WALSH
- un intelectual comprometido con el pueblo-


CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH
A LA JUNTA MILITAR


1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.3
Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y Ios partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.
Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.4
El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5
Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia.
Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6
Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.
En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces dc atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8
La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Boliva y Uruguay.9
La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.
Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.
A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal".10

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisioncs internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13
Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización".
Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo , el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.
Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.
Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.
6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos".14
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos".
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.


Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán dcsaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.


Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

lunes, 18 de febrero de 2008

El Comienso de las MUrgas...

Muy buen articulo sobre la Historia del Carnaval Porteño en sus comienzos, sus prohibiciones, y de lo que mucho se habla y oco saben a ciencia cierta Que es un Centro Murga? este articulo fue sacado de la pagina Escribirte...

Historia

El comienzo de las murgas A partir de la expansión de la ciudad hacia sus arrabales, en los años '20, comienza a cobrar cada vez mayor importancia un nuevo componente en las relaciones de identidad en torno al carnaval: los barrios. Hasta esos años los distintos grupos étnicos, tanto africanos como europeos o criollos, centraban su locación y sus actividades en barrios distintos: los negros en San Telmo y Monserrat; los italianos en La Boca; los judíos al sur de Palermo; los árabes en el Once, etcétera. Pero, como dice Alicia Martín, “estos grupos fueron evolucionando hacia nuevas formas de hibridación cultural. Las agrupaciones de carnaval, antes fundadas sobre fuertes lazos étnicos, pasaron a organizarse según los nuevos lazos de vecindad en los barrios”.

En los barrios nace una nueva forma de agrupación: la murga, conjunto de alrededor de quince o veinte muchachos, amigos del barrio, que se reunían para salir en carnaval a cantar por las calles canciones picarescas acompañados por instrumentos caseros: tambores hechos con ollas, maracas, etcétera. La barra de la esquina, más que el barrio, funciona como factor de identidad de las primeras murgas. Los nombres ya no incluyen el nombre de la etnia ni el de la colectividad de pertenencia; y todavía no incluyen el nombre del barrio. El nombre, sí tenía la marca de la picardía y del doble sentido, motivación esencial de su repertorio de canciones: “Salamin senza piolita”, “Los Amantes de la castaña”, “ Los Amantes de las chicas bien”, “Los Farristas”. La vestimenta también era casera, comúnmente levitas confeccionadas en tela de arpillera o directamente disfrazados. El contacto con los otros tipos de agrupaciones que continuaban existiendo, como las de colectividades o de negros, y con las nuevas comparsas, como “La Marina del Plata” que imitaba un desfile militar de marinos, fue nutriendo a las murgas con otros componentes, con otras simbologías. La murga adopta como instrumento de percusión el bombo con platillo que habían traído los inmigrantes españoles. Este instrumento va a tener gran importancia en la murga porteña y será, en décadas posteriores, factor de identidad. Se incorporan también instrumentos de viento, así como el bandoneón y el acordeón. De las comparsas y agrupaciones de inmigrantes, la murga toma la confección de trajes con mayor dedicación; se conserva la forma levita, pero realizada en géneros brillantes (raso y satén) y se deshecha la tela de arpillera. El nombre es inscripto en un estandarte que va encabezando el desfile de la murga. El desfile es sacado de las comparsas, las cuales lo habían incorporado como parodia de los desfiles de bandas musicales o militares. Los ritmos y pasos de baile para el desfile surgieron de la mezcla entre los ya nombrados desfiles de bandas con los pasos y ritmos de los negros (candombe, rumba, milonga, etc.). Las canciones, el repertorio, cada vez más, fueron siendo parodias de canciones populares: a partir de la música de canciones masivamente reconocibles se componía una letra, comúnmente en doble sentido. Se incorporaron también las llamadas fantasías: banderas, grandes abanicos, representaciones de símbolos ligados al carnaval o al juego (dados), cabezudos; y disfraces característicos: el Oso Carolina (hombre disfrazado de oso que era llevado, cadena mediante, por el domador), payasos (llamados tonis), arlequines, pierrots, etcétera. A partir de este conjunto de incorporaciones, la murga, que había comenzado como la forma de agrupación carnavalera más libre en cuanto los componentes que incluía, se fue especializando y culminó en los centros murga de fines de los años '40.

La murga de la década del '50, entonces, extrae de las agrupaciones de carnaval de las décadas anteriores, una cantidad de símbolos y formas: selecciona del pasado un conjunto de componentes y con estos crea una nueva forma que, en pocos años, se va a estandarizar. Es posible pensar este proceso que vive la murga en esos años (las dos presidencias de Perón) desde el concepto de tradición selectiva, de Raymond Williams. Para Williams la tradición debe entenderse como un proceso de tradición selectiva, como “una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social”. El tipo de murga de la década del '50, el Centro Murga, sufrirá, como dije ya, un proceso de fuerte estandarización que culminará, en las últimas décadas del siglo XX, en que muchos la adopten como sinónimo de murga. El cambio más importante que introduce la murga por esos años es tomar al barrio como factor fuertemente identitario. Esto se ve reflejado, nuevamente, en los nombres: “Los Mocosos de Liniers”, “Los Viciosos de Almagro”, “Los Chiflados de Almagro”, “Los pecosos de Chacarita”, “Los Curdelas de Saavedra”, “Los Linyeras de La Boca”, “Los Cometas de Boedo”, “Los Locos del Spinetto”, etcétera. Nucleadas a partir del barrio las murgas irán seleccionando componentes del pasado. Los trajes, en este caso las levitas, continuaron siendo un símbolo de identidad, reforzado en este caso por los colores que caracterizaban a cada murga. Barrio, nombre y colores son los tres fuertes factores de identidad de las murgas. Cada barrio creará un estilo de baile y un “toque” rítmico particular. Este es otro de los elementos a tener en cuenta al hablar de identidad. A partir de esta serie de elementos se puede decir que se construyó una suerte de nacionalismo barrial murguero, que se iba a ligar con el nacionalismo barrial futbolero y que iba a ser característico de los Centros Murga entre los años '70 y '80.

Resumiendo, las características del Centro Murga serían las siguientes: a) nombre con dos componentes: el primero, el plural de un adjetivo sustantivado, relacionado con el carnaval o directamente picaresco, y el segundo, el nombre del barrio de pertenencia (por ejemplo, Los Viciosos de Almagro); b) colores (dos) elegidos para la confección de los trajes, las banderas y el estandarte; c) el bombo con platillo como instrumento casi único, dejando de lado los instrumentos de viento, cuerda o fuelle que componían la orquesta de otras agrupaciones; d) ciertos pasos y ciertos ritmos particulares para cada barrio; e) una forma estándar para la presentación de la murga en los corsos o teatros, que comprendía: un desfile de entrada (parodia de desfile de banda o militar), una canción de presentación muy alegre (donde se contaban las características de la murga y se prometía diversión), una o dos canciones llamadas críticas (en donde se parodiaba o criticaba con doble sentido la situación política o a personajes (artistas, políticos, deportistas) o hechos del dominio público), una canción de despedida o retirada (en donde la murga saludaba y prometía volver el siguiente carnaval) y un desfile de retirada en donde los bailarines y bombistas demostraban sus destrezas; f) un presentador quien, a través de glosas y recitados, va presentando cada una de las partes de la actuación; g) estaba integrada por una cantidad que oscilaba entre cincuenta y ciento veinte personas; h) durante los primeros años, de los cuarenta a los que me estoy refiriendo, la murga estaba integrada sólo por hombres; con el correr de los años fueron incluyéndose mujeres, pero siempre en roles marginales. La fiesta se podía apreciar en la forma y en la temática de las letras de las murgas. Se continuó parodiando canciones populares y el contenido siempre giró en torno a la crítica al gobierno de turno:

La savora te da gusto y del gusto voy a hablar
Salimos de las tinieblas, fuimos a la oscuridad.
Hoy te aumentan un diez por ciento Eso sí que está muy bien,
Y te subieron la papa, la azúcar y el kerosén.

Ciertos autores de críticas iban agregando estrofas a las canciones conforme iban surgiendo noticias sobre la marcha del gobierno, noche a noche durante el carnaval. En esta cuestión la murga continuó siendo una suerte de vocero periodístico popular durante mucho tiempo. A la par de la crítica artística, hubo murgas que centraban sus letras en criticar a artistas del espectáculo o de la televisión, dejando de lado la crítica política. Esta última, igualmente, estaba ligada, a veces, con la picardía y con lo “atorrante”. A modo de ejemplo, cito una estrofa:

“Pronto habrá elecciones y de eso voy a hablar ni un domingo a la mañana te dejan apoliyar yo ya tengo mi binomio y es seguro que afanamos Artigas de presidente y de vice a Leguizamo” .

Muy recordada, se puede mencionar una crítica compuesta con una mirada más comprometida con lo social. Fue realizada con motivo de la resistencia ante la venta del frigorífico Lisandro de la Torre en 1959:

Hace muy poco en Buenos Aires ocurrió
Un gran suceso de motivo popular
Manos traidoras quisieron entregar
El frigorífico, riqueza nacional.
Pero este pueblo que justicia sabe hacer
Con valentía lo que es suyo defendió
Y ante las fuerzas luego tuvo que ceder
Cuando los tanques del gobierno lo arrolló.

Ocurre lo mismo con una canción de homenaje a Eva Perón:

Pido a este público un minuto de atención
Recordaremos a Evita con amor
La capitana de los pobres siempre dio
Toda su vida luchando por la nación.
Porque Evita luchó siempre, Nos dio fuerzas pa' luchar,
Y este pueblo agradecido Nunca se lo va a olvidar…

Pero la murga de esas décadas, reproduciendo lo que ocurría con respecto al rol de la mujer en su interior y en la sociedad, también cantaba canciones de fuerte machismo, tema muy caro al porteño. Un estribillo famoso coreaba:

Bueno, bueno, que bueno requetebueno
Esta noche a las muchachas de Boedo criticaremos.
Bueno, bueno.

A esto debemos agregar las canciones picarescas en sí, que también eran incluidas dentro de las críticas. Eran canciones humorísticas con una finalidad muy clara: la risa, la parodia, la humorada, el doble sentido, la carcajada ante lo obsceno; sin componentes críticos o políticos explícitos, más allá de que la sola mención de algunas palabras puede ser visto como una trasgresión a las leyes sociales:

Mi hermano tenía un poncho
Que lo usaba en carnaval
Y la murga los chiflados
Esto van a criticar.

Fueron hasta el cabaret
Cuatro murgueros de juerga
Como no tenían manteca
Al techo tiraban mi hermano tenía un poncho…

Y otra:

Cuando vine al mundo mi mamá
Me regaló un pajarito negro
Que es igual al que tiene mi papá
Y es parecido al que tiene mi abuelo.
El pájaro de mi abuelo
Que alguna vez bien cantó
Lo tiene bien guardadito
Porque muy bien se portó.
Mas mi abuela sigue atenta
Pues en más de una ocasión
Inspirado en el recuerdo
Un buen cantito le hechó.

La última prohibición y la crisis Desde la Revolución Libertadora en adelante, los sucesivos gobiernos militares intentaron controlar la fiesta de carnaval. Se encontraban con el inconveniente de que el carnaval se había extendido a otras prácticas, más allá de los corsos. En los clubes de barrio y luego en clubes más grandes (Boca Juniors, River, Vélez, Comunicaciones) se empezaron a realizar bailes de carnaval (8 grandes bailes 8), con gran asistencia de público, en los que actuaban orquestas de jazz, de tango y de música tropical. Ingresaron, entonces, al “mundo” del carnaval las empresas discográficas y la publicidad, y el carnaval siguió. Lo que sí pudo controlar la Libertadora fue el uso de disfraces en los corsos; para demostrar que detrás de una máscara no se escondía un ladrón había que sacar un permiso en la comisaría más cercana. Esta preceptiva, que era un edicto policial vigente, tomó mayor fuerza por esos años. Cabe aclarar que el edicto policial recién fue anulado hace pocos años a través de la promulgación del Código de Convivencia Urbano. Tanto espectadores como artistas del carnaval siguieron sufriendo controles y prohibiciones según el gobierno o la dictadura que gobernase, lo que provocó el comienzo de la declinación de la fiesta. Llegado el año 1976, la última dictadura militar, mediante un decreto, anuló los feriados de carnaval. Cabe aclarar que hasta ese momento el lunes y el martes de carnaval habían sido feriados nacionales, y sin feriados y en medio del terror en que se vivía la fiesta del carnaval terminó su declive. Corsos hubo hasta 1981, pero a las murgas se les complicaba mucho la realización de su espectáculo. Sin los feriados había menos días para actuar y el control sobre las letras impedía la expresión: era imposible la crítica política, más allá de alguna crítica velada al ministro de economía; la crítica picaresca se componía en doble o “triple” sentido y sin malas palabras u obscenidades. Muchas murgas dejaron de presentarse y en los últimos tres años de la dictadura ('81, '82, '83) no se presentó ninguna en la ciudad. El ansiado retorno de la democracia, sin embargo, no trajo consigo una rápida recuperación del espíritu festivo. Habrá que esperar algunos años hasta que a fines de los '80 la gente por fin vuelva a ver en la práctica del carnaval un hecho social y cultural superador del miedo, sin que ello implique la negación del dolor ni de la memoria. En este contexto de lenta recuperación, en 1997 el ex Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires sanciona la Ordenanza Nº 52.039, por la cual “se declara patrimonio cultural la actividad que desarrollan las agrupaciones de carnaval” y se faculta al Gobierno de la Ciudad a “propiciar las medidas pertinentes para que las mismas puedan prepararse, ensayar y actuar durante todo el año en predios municipales que puedan adaptarse a tales fines o bien a gestionar espacios en clubes y sociedades de fomento cuando las circunstancias así lo requieran” (cf. Ord. Nº 52.039/97). Esta misma normativa pone en manos del Gobierno la responsabilidad de promover la organización de corsos en los barrios, estableciendo en la Secretaría de Cultura el ámbito de la coordinación con las entidades intermedias y en esta misma Secretaría y la de Promoción Social la articulación de políticas sociales integrales que sean afines a sus objetivos: campañas de integración educativa y cultural, alfabetización, asistencia en recursos de salud, alimentación, vivienda, trabajo, etc.

El artículo 7º de esa ordenanza establece la creación de la Comisión de Carnaval, integrada por un representante de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, un representante de la Comisión de Cultura del Concejo Deliberante (hoy Legislatura) y dos representantes titulares y suplentes de las agrupaciones de carnaval, todos ellos designados ad honorem. A esta comisión se le atribuye la responsabilidad de acordar las políticas tendientes a dar cumplimiento a lo establecido en esa ordenanza y en la Nº 51.203/96 que instituye el llamado “Festival de Candombe y Murga” en la ciudad de Buenos Aires. Si bien este reconocimiento oficial marca un hito en la crónica de la evolución de los festejos de carnaval en cuanto a su repercusión en algunos sectores de la sociedad porteña, hay que decir que en la actualidad no están ausentes los reclamos vecinales por las molestias que el desarrollo de esta actividad provoca, especialmente en algunas zonas de la ciudad. Es la Comisión de Carnaval el ámbito de resolución de estos conflictos, la cual pone por encima de cualquier interés sectorial, la búsqueda de una convivencia sana y armónica entre vecinos. También esta Comisión administra la provisión de permisos de ensayo para las agrupaciones, lleva un registro oficial de las murgas existentes y de sus características de identificación, organiza concursos y talleres tendientes a un perfeccionamiento cada vez mayor del nivel estético de sus presentaciones artísticas, y coordina los distintos aspectos involucrados con la realización de los corsos de la Ciudad.

El día 24 de Junio de 2004 la Legislatura Porteña aprobó la Ley N°1322 que declara días no laborables los días Lunes y Martes de Carnaval. Un paso adelante para reestablecer aquellos carnavales que nuestros abuelos supieron disfrutar, donde se vivía la fiesta popular en toda su dimensión. En función de esto último, en el mismo año y mediante la Ley 1527 se aprueba la creación del Programa Carnaval Porteño dependiente de la Dirección General de Festivales y Eventos Centrales que tiene como uno de sus objetivos generar el impulso de las acciones positivas que el Gobierno de la Ciudad propicie con vistas al desarrollo de la comunidad del Carnaval, como ser emprendimientos productivos, sociales y culturales que potencien la acción de las agrupaciones de Carnaval, campañas de prevención de enfermedades, de difusión de propuestas contra la discriminación o la violencia, etc.